lunes, 18 de mayo de 2015

Puerto de Santa Fe: Salir del Círculo Rojo


La Bolsa de Comercio de Santa Fe ha terminado de confesar sus intenciones en cuanto al aporte estatal que pretende para la reconversión portuaria. Pidió que el Estado Nacional, además de hacerse cargo del puente sobre el Río Santa Fe, pague también los costosos 10 kilómetros de la autovía de acceso sobre las islas, a lo que sería el nuevo puerto. Tal es el planteo que le hicieron al candidato oficialista a Gobernador, Miguel Lifschitz, quien a su vez propone incorporar al Estado como socio minoritario del emprendimiento. Conocida política neoliberal de los 90, con el Estado que aporta y las empresas privadas que embolsan.
Lo más grave es en realidad la finalidad que persigue la Bolsa de Comercio con esta obra, en un sitio desaconsejado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas ya en el año 1998, y con mayor fundamento en 2006 cuando el Ente Portuario eligió el famoso punto “G”. Precisamente en esa zona, empresarios vinculados al Ente y a la Bolsa de Comercio compraron tierras a precios irrisorios, para especular con su valorización por las obras. El negocio es redondo: hacer una jugosa diferencia con lo que se pagaría por la zona expropiada, y quedarse con islas que se pueden convertir en paraísos turísticos gracias a la inversión del Estado en la construcción de los accesos. No importa si se termina o no el nuevo puerto, ni tampoco si será rentable o habrá que invertir millones en permanentes dragados.
Nosotros venimos denunciando este negociado desde hace más de tres años, y disponemos de toda la documentación probatoria. En el siguiente mapa se indican los terrenos en cuestión, lo cual nos exime de mayores comentarios. También se puede entender por qué los medios de comunicación hegemónicos de la ciudad ejercen un bloqueo sistemático a esta información.
La licitación, abierta a comienzos de 2013, con sucesivas prórrogas, llegó finalmente a un punto muerto. Pero solo se la busca emparchar con más fondos estatales, sin abrir un amplio debate sobre el proyecto en sí.
Si eso se hiciera, nos encontraríamos con el proyecto original de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, estudiado en la época que el Ente Portuario era presidido por el Ingeniero Miguel Urquía. Si se ubicara el nuevo puerto en cercanías de la entrada al Túnel Subfluvial, no habría gastos en accesos, ya que está la autovía 168, el río tiene en ese lugar la mayor amplitud y profundidad, y además no habría que pagar por los terrenos porque son fiscales. Una pena, porque nadie podría especular con compra y venta de tierras.
Además lo principal: el costo total estaría entre la tercera y la cuarta parte de la obra faraónica del puerto proyectado por la Bolsa de Comercio, de modo que el Estado Santafesino podría hacerse cargo del Proyecto, ya sea como único inversor, o como socio mayoritario con aportes privados.

CEAP / Centro de Estudios y Acción Popular
Santa Fe, 18 de mayo de 2015

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